Descubriendo la propia Esencia
Pretender ser algo distinto a lo que se es, en principio es una forma de auto-boicot por miedo (del Ego) a asumir la verdadera naturaleza.
En otra de sus capas es una forma de auto-exclusión (inconsciente) por miedo a replicar una pertenencia previa que se sintió frustrada.
Más allá del sentido común, todos, en algún área de nuestras vidas, pretendemos ser algo diferente a lo que somos (Ego = la máscara).
No se trata únicamente de ocuparnos en quienes creemos ser, sino que además, producto de dichas creencias, hacernos cargo de las transgresiones que inconscientemente ocasionamos producto de ellas.
Pretender ser algo distinto a lo que se es, no es un pecado, sino una valiosa oportunidad de autoconocimiento, transformación personal y en muchos casos, de sanación sistémica.
Alguien que pretende ser docente o terapeuta, sin haberse formado responsablemente, no sólo está reaccionando a heridas vinculares de su pasado, sino que está generando inconscientemente transgresiones similares en su presente.
Es un tema sumamente delicado, y es crucial para quienes buscan ayudar de un modo cada vez más sano y responsable.
Mientras mayor sea la consciencia de quienes creemos ser, más conscientes seremos de cuándo reaccionamos y porqué reaccionamos. No son casuales los elementos que disparan esta clase de posturas y nos servirán de pistas para rastrear la experiencia anudada, que mientras siga sin ser vista, es muy difícil que logre ser reconciliada.
En el marco de una Lectura de Registros Akáshicos esto se vuelve crucial, pues si inconscientemente creemos ser el cliente (distinto de la consciencia unitaria), se puede fácilmente transgredir la responsabilidad del cliente y jugar al “salvador” diciéndole lo que tiene que hacer o cuál es la “verdad” (eso NO es una lectura de Registros Akáshicos).
Dentro de la formación de Registros Akáshicos se abordan estos conceptos y esta es la razón por lo que es necesario un proceso de perfeccionamiento para reconocer interferencias, pues al integrarlas (al reconocerlas) damos pasos enormes descubriendo nuestras máscaras y, simultáneamente, evitamos interferir (transgredir) el mensaje original.
Un tema es que los Registros no juzguen moralmente, no impongan, no se expresen en absolutos (verdad/mentira) o muy rara vez emitan mensajes para otros (en particular para quienes no lo solicitaron) y otro tema es, al reconocer que nos ocurrió durante una lectura, además de trascender la interferencia y conectar con el mensaje original, tomar los elementos de la interferencia para reconocer la máscara y las causas que la activaron.
La “culpa” en este proceso, juega un rol importante, pues muchas veces por miedo a asumir la culpa que genera una transgresión, se evade la responsabilidad inherente a la reacción inconsciente.
Lo interesante de este mecanismo es, que cuando nos hacemos responsables, la culpa se diluye, pues no hay “pecado” en una reacción inconsciente, no hay “mala” intención y todo el escenario dramático de la culpa desaparece, quedando sólo la responsabilidad.
Es nuestra responsabilidad reconciliar experiencias anudadas del pasado.
Es nuestra responsabilidad, mientras sanamos experiencias del pasado, hacernos cargo de las consecuencias de las transgresiones que inconscientemente causamos en el presente.
Es nuestra responsabilidad, la asumamos o no.
Y si elegimos asumir nuestra responsabilidad, día a día estaremos liberándonos de aquello que nos hace reaccionar, día a día estaremos quitándonos prendas de un disfraz que al comienzo no sabíamos que vestíamos, día a día estaremos descubriendo a quien realmente está bajo el disfraz y gradualmente le permitiremos a esa presencia inicialmente encubierta, que se revele y manifieste su esencia.
Descubrir la propia esencia, requiere reconocer primero, aquello que la está cubriendo.
Mauricio Onetto